La parte consciente de nuestro cerebro es vaga por naturaleza, es más cómodo ir por la vida piloto automático que tratando de identificar y realizar lo que hemos aprendido de algún libro de autoayuda o escuchado en alguna charla inspiracional. Casi nunca aplicamos lo que aprendemos, aun sabiendo que funciona, si realmente lo hiciésemos habríamos cambiado nuestro mundo de forma significativa.
El best seller de Dale Garniege Como ganar amigos e influir en las personas me enseñó principios básicos de cuya eficacia estoy totalmente convencido pero debo confesar que no he aplicado las enseñanzas en profundidad.
Más de una vez me he estado conduciendo durante más de 5km y me he venido a dar cuenta de que he ido en modo piloto automático, es más, ni siquiera recuerdo el camino que acabo de seguir. Estoy totalmente seguro de que no soy el único al que le ha ocurrido esto y es como para inquietarse, pienso que esta es justo la forma real en la que nuestro cerebro trabaja y ni siquiera nos damos cuenta, controlamos lo que hacemos con nuestro subconsciente. Es como si la parte consciente de nuestro cerebro eligiese el destino pero es nuestro subconsciente el que realmente nos lleva a él.
De este mecanismo se puede deducir que no es suficiente estar inspirado o repleto de pensamientos positivos para cambiar aspectos que de nuestra vida que consideramos mejorables. No basta con pensar que vamos a realizar un cambio y estar totalmente convencido de ello, nuestro cerebro trabaja de una forma bastante más compleja. Estamos acostumbrados tratar de cumplir objetivos entrenando nuestro cerebro consciente pero probablemente sea más eficaz entrenar nuestro subcosnciente que al fin y al cabo parece que es el que realmente manda.
La única forma de realizar un cambio o adquirir un nuevo hábito es la disciplina, no debemos ver la disciplina como un castigo, sino como una forma de entrenar a nuestro subconsciente para conseguir lo que nuestra parte consciente es incapaz de hacer. Ya lo dijo Stephen Dolley:
El que quiere hacer algo encontrará un medio, el que no, una excusa