¿Tenemos todos algo de psicópata? No es fácil saber que caracteriza a un psicópata, la mayoría de ellos no son asesinos en serie y tienen formas más sutiles de daño. De hecho, los peores psicópatas llevan traje y conducen coches de lujo. Muchos ocupan asientos de poder en altas esferas empresariales y políticas. Esto afirma Robert Hare, psicólogo de la University of British Columbia en Canadá.
Conocen las normas de la sociedad, saben lo que hacen y entienden perfectamente las diferencias entre el bien y el mal, no obstante, no tienen la capacidad de sentir empatía alguna. Por tanto, carecen de cualquier tipo de conciencia, remordimiento o miedo, ya que su cerebro no les avisa en ningún momento de que están actuando mal. Esto puede tener consecuencias totalmente devastadoras para los demás ya que tienden a ser encantadores pero a la vez mentirosos y violentos.
Se estima que el 1% de la población es psicópata y esto significa que en España hay unos 450.000 psicópatas. Aunque son una pequeña minoría, estas personas pueden llegar a influir muchísimo en el resto de la sociedad, solo hay que fijarse en los grandes fraudes financieros que han arruinado a miles de personas, detrás hay una mente psicópata, alguien a quien no les importa dejar familias enteras en la calle, no les importa porque no saben lo que sienten los demás. Pueden entender como piensas pero nunca podrán entender cómo te sientes. La política también les llama la atención, es un contexto donde el engaño y la mentira son indispensables, accediendo a puestos de poder donde manipulan a su gusto a muchas personas.
En las empresas, este tipo de personas consiguen engañar a casi todo el mundo, son conversadores amenos y divertidos con respuestas rápidas e inteligentes, su fachada es impecable pero por dentro están vacíos, se relacionan por puro interés y quieren llegar a lo más alto rápidamente y no les importan como. Identifican al más vulnerable de la empresa y se aprovechan de ellos, los ven como imbéciles que piden a gritos que los exploten
TEST DEL TREN PARA SABER SI ERES UN PSICÓPATA.
Joshua Greene, psicólogo de la Universidad de Harvard, estudió cómo los psicópatas se enfrentan a dilemas morales. Descubrió es que hay psicópatas que son profundamente “empáticos”, lo que a priori contradice la característica principal de los psicópata, sin embargo, se trata de una empatía mecánica y funcional y muy fría.
Antes de que continúes leyendo, es muy interesante que tú mismo realices este test contestando a los dilemas que se planten a continuación.
PRIMER DILEMA DEL TEST DEL TREN
Test del tren para saber si eres un psicópata propuesto por la filósofa Phipilla Foot:
Un vagón de tren avanza descontrolado por las vías. En mitad del camino se encuentra con cinco personas atrapadas en el andén. Afortunadamente, puedes activar una palanca que desvía al vagón hacia otra vía, salvando así a esas cinco personas… pero con un precio. Hay otra persona atrapada también en ese desvío, y el vagón la matará. ¿Debería usted darle al interruptor?
La mayoría de nosotros decidirá la opción que mate a menos gente. No es agradable, pero quedarnos quietos sería incluso peor, digamos que es la opción menos mala.
SEGUNDO DILEMA DEL TEST DEL TREN
Propuesto por la filósofa Judith Jarvis Thomson:
Igual que en el caso anterior, un vagón de tren avanza descontrolado hacia cinco personas. Esta vez, te encuentras de pie detrás de un desconocido muy corpulento. La única forma de salvar a esas cinco personas sería empujando al desconocido a las vías. Éste hombre moriría, pero su corpulencia bloqueará el vagón y salvará cinco vidas. ¿Deberías empujarle?
El dilema es el mismo: conseguimos que cinco personas vivan a cambio de que una muera. No obstante, es mucho más difícil empujar a una persona a las vías del tren. Propiciamos activamente un homicidio y probablemente no hagamos nada.
Los estudios de Joshua Green indican que el 90 % de la población se negará a empujar al desconocido para salvar las otras cinco vidas. Sin llegar a ser psicópata, el 10 % de la población es calculadora y posee una empatía fría y automatizada.
Este tipo de persona puede ser cualquiera, tu jefe, tu amiga, tu pareja o incluso la persona que ves cuando te miras al espejo.